miércoles, 15 de septiembre de 2010

Revelación


La mañana imperativa le susurraba al oído que era tarde. Apuró el último sorbo de café, se puso el abrigo y antes de salir se miró en el espejo. Por primera vez se vio.  
Ese día supo lo que tanto había ansiado saber: que era a sí mismo a quien había estado buscando todo este tiempo.

"Cuando un hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada."
                                                                                                                                Goethe

1 comentario:

  1. Ilumination.

    Esas son las luces que no enceguecen.

    :)

    Un abrazo, amiga mía.

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