lunes, 23 de agosto de 2010

Todo es un quizás...

Todavía es invierno y el sol calienta a duras penas. Algunas ráfagas de viento, cada tanto, con una insolencia inusitada, arrancan las hojas que parecen obstinarse en llegar a la próxima estación... El cielo está gris, tal vez sea de cualquier otro color, pero lo veo gris. Y sin matices. 
Afuera todo es frío: el aire, la mano, el río, la mirada... 

Adentro: vos no estás y es como si ya nada quedara. Allí donde antes sobraban las palabras, ahora reina un despótico silencio. Y no saber bien qué se extraña, pero tener la fina certeza de que se extraña o se desea. Da lo mismo. Siempre falta algo: la felicidad no es redonda, dura poco la luna llena en el horizonte, el fuego que calienta puede quemar, el mejor poeta de la historia era ciego...

¿Por qué todas las canciones hablan de despedida? ¿O sólo las que me gustan?  
"La ironía de pensar que ya no te quiero tanto. No te quiero... Voy errante..."

2 comentarios:

  1. "Y no saber bien qué se extraña, pero tener la fina certeza de que se extraña o se desea."

    La palabra precisa cuando no quiero precisarla.

    :/

    Lindo leerte. Muy.

    Un abrazoo.

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  2. Gracias, amiga... De vez en cuando vuelvo... Han de ser los estertores...

    Abrazo para ti.

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